Voy a quitarme los kilitos que me sobran, voy a hacer deporte, voy a dejar de fumar… ¿Cuántas veces nos hemos planteado esta cuestión cuando llega el final de año? Pero este año creo que debería ser un poco diferente, vamos a añadir la palabra Salud.
Salud para mi familia, salud para afrontar todo lo ocurrido en esta pandemia de 2020 que quedará como parte de la historia de la humanidad. Salud para mí, para sentirme bien. Pues bien, te planteo darle una vuelta de tuerca a los propósitos que te planteas en año nuevo.
Elprimer paso es cambiar tu pensamiento con respecto a quitarte esos kilos de más, ya que la palabra Dieta te va a hacer sentir restricción y tiene periodo de caducidad. Realiza pequeños cambios en tu día a día con un nuevo concepto: cuidarte. Hay en el mercado de las dietas miles de argumentos para la pérdida de peso, pero lo que te planteo es muy sencillo, vamos a darle a nuestro organismo, de forma ordenada y consciente los alimentos que son beneficiosos para tu salud, pero también vamos a tener días compensatorios para fomentar nuestra felicidad.
¿Ves? No es tan difícil, no debes pasar hambre porque sino tu organismo reserva nutrientes y te puede obstaculizar el perder peso de forma saludable. Lo sencillo es ir a alimentos que tenga menos azúcar o, dentro de los azucarados, que tenga un índice glucémico medio bajo. ¿Por qué seguir estas pautas con el azúcar? Es simple: en Navidades nuestro exceso de comidas y azúcar se ha incrementado por lo que lo más seguro es que hemos almacenado este exceso en forma de grasas. La mejor forma de “quemar” esa grasa es con la modificación de nuestra alimentación, reduciendo los azucares y aumentando las dosis de proteína, siendo las mejores opciones el pescado que la carne o proteína vegetal como las legumbres.
El segundo paso es plantearte hacer ejercicio con cabeza y no con el corazón, ya que has estado un tiempo con poca actividad y debes ponerte en marcha progresivamente, sin demasiados esfuerzos: podrías lesionarte y no conseguir tu objetivo. El primer paso que es oxidar las grasas para perder peso. Para ello, junto a la reducción del azúcar, el ejercicio debe ayudar para que entre en juego en nuestro metabolismo una hormona llamada cortisol, que, junto con otra hormona llamada insulina que es secretada por el páncreas, ayude a la oxidación de las grasas ancladas. Para ello, los ejercicios aeróbicos pueden ser la opción más adecuada para comenzar nuestro propósito de año nuevo con respecto al ejercicio físico.
El tercer paso es reducir, o mejor eliminar, el consumo de tabaco y alcohol. Estamos en una “nueva normalidad”, tal como tanto gusta indicar los medios de comunicación, con una pandemia causada por un virus que puede producir neumonía bilateral y si somos fumadores podemos tener más problemas a la hora de afrontar las consecuencias. Por ello, te animo a que abandones el consumo de tabaco. Dejar de fumar es posible y existen medios naturales, terapias alternativas, para poder conseguirlo.
El cuarto paso es que cualquier dieta y objetivo en pérdida de peso tiene que ir enfocada a mejorar Tu Salud. Tenemos que alcanzar un peso adecuado para evitar riesgo cardiovascular, una buena rutina de ejercicios para el buen funcionamiento de tus músculos y huesos y unos buenos hábitos para dejar atrás adicciones. Todo esto te reportará el gran Beneficio que debe imperar en tus propósitos de año nuevo Tu Salud, Tu Meta. Además, si consigues esto, consigues reducir tu peso corporal, con la mejora de tu aspecto físico para que encajen en los cánones que nos ha impuesto la sociedad, lo que hará que te sientas mejor contigo mismo/a, pero esto tiene que ser el resultado secundario, no tu meta.
Una vez planteado la dosis de realidad de tus propósitos, utiliza la acción como parte del éxito en aquello que te propongas, y mi consejito es que no solo sea un propósito pasajero, sino que se convierta en tu estilo de vida.
Como broche final te hago una pregunta ¿Quieres que te acompañe en esta transformación de pensamiento, hábitos, y salud?, estaría encantada de poder enseñarte todo lo que he aprendido en todos estos años, aplicándolo a mi vida diaria, y no dejando atrás algún capricho que otro en materia de alimentación y en materia emocional. A veces, es necesario ir en el camino acompañado para que sea más llevadero.